De repente, me
encuentro flotando, girando sobre mí mismo, rodeado del aire frío de una noche
templada y luminosa en las faldas del friero. Trato de mantenerme equilibrado,
me repito a mí mismo “de cara a la pared, de cara a la pared”, aferro el piolet
con rabia: me va la vida en ello. Noto un impacto en mi cabeza, he chocado con
ella sobre la pendiente nevada: “de cara a la pared, de cara a la pared”,
intento girarme y orientarme, por un momento casi pierdo el piolet, vuelvo a
recolocarme y clavo el piolo, parece que algo frena pero muerde una sección de
nieve que no ofrece mucha resistencia y sigo deslizándome, me concentro en
seguir clavando esa hoja con toda mi ansia, hasta que empiezo a experimentar
una deceleración en la caída; me detengo..
El viernes 3 de
marzo estamos en Cordiñanes con intención de acometer la Canal Central del
Friero. En esta ocasión voy con Lucas y Antón. Decidimos salir a las cero horas
para evitar colapsos en la canal y poder aprovechar las buenas condiciones
climatológicas que hacía esa noche. Eran las 0:05h cuando nos pusimos en marcha
desde la furgo. A la 1:15h arribamos a la Vega de Asotín. Nos hidratamos, nos
colocamos el poco material que llevamos, dejamos las cuerdas en las mochilas que
llevamos en nuestras espaldas y progresamos hasta el comienzo de la canal. La
noche acompaña con una luna que ilumina de tal manera que la progresión se
puede realizar sin frontal. A la 1:50h empezamos la canal. La nieve está muy
transformada y plagada de escalones por el paso de una gran multitud de
cordadas, eso nos asegura una progresión rápida y cómoda. Nos encontramos con
unos cinco resaltes o escollos. Todos ellos los superamos sin necesidad de
encordarnos a excepción del segundo de ellos, un gran bloque con una pequeña
columna de hielo que caía de el, que si bien yo sí pasé sin encordarme, preferí
enviarles la cuerda a mis compañeros por precaución. Serían las 4:35h y
hollamos la cumbre. Noche majestuosa, de esas que no olvidas con facilidad:
clara, calma, templada y disfrutando con la compañía de las montañas
silenciosas y de mis compañeros de actividad.
Descendemos con
tranquilidad y seguridad, la nieve está perfecta y no es necesario realizar
ningún rápel para ganar el hombro NE. Seguimos el rastro de bajada horadado
sobre la nieve transformada, por las cordadas de días anteriores. Esta va en
dirección del rápel que nos tiene que depositar sobre la vega de Asotín.
Estamos muy cerca del tinglado de descenso cuando de repente, me hundo en la
nieve casi hasta la cadera, al dar un tirón para sacar la pierna me
desequilibro y empiezo a girar en el aire..
Lo acontecido fue
sumamente rápido pero al conseguir pararme lo primero que miré fue para abajo.
Me encontraba a unos diez metros de una placa rocosa que se precipitaba hacia
la canal de Asotín. De no haberme frenado seguramente hubiese experimentado el
vuelo sin motor por primera y última vez. Encontramos el rápel, de unos 10
metros, y descendimos con calma hasta la Vega de Asotín y finalmente hasta
Cordiñanes, eran las 7:35h y nos metíamos en el saco.
Fueron siete
horas y media de actividad plácida y sin mucha dificultad técnica pero que por
un momento pudo ser trágica y de la cual, reflexionando, te das cuenta de lo
importante que es acometer la montaña con humildad y con los conocimientos
técnicos necesarios. Me sorprende y me causa incompresión leer relatos de
expediciones comerciales a míticos picos, donde se recoge que mucha de la gente
que acomete esas montañas, no se habían puesto nunca unos crampones ni sabían
usar un piolet y a pesar de ello, se lanzaban a la conquista de lo imposible. No
entiendo las prisas por alcanzar la cumbre sin ser conscientes de la necesidad
de ser autosuficientes en un medio que se puede volver hostil en cualquier
momento.
Los fundamentos
salvan vidas, te permiten alcanzar lo intangible de una forma honesta y segura,
te dan libertad y consciencia. Fundamentos; gracias a aquellos que se
preocuparon de enseñármelos, antes de ser cegado por la luces de las cumbres.
Siento no poder
poner fotos, pero es lo que tiene las actividades nocturnas.