Rabadá-Navarro espolón SE mallo Firé

Fotos

En el año 1961 había extraterrestres en Aragón, Rabadá y Navarro, seres que tenían la capacidad de buscar y encontrar caminos donde no los había, de orientarse y navegar por un mar de barro de consistencia dudosa e intimidatoria, de relativizar el tiempo en aras de un objetivo superior; sentían y padecían pero se concentraban y disfrutaban del destino elegido. Tenían visión, técnica y valor, probablemente también, mucha osadía y eso les llevó a forjarse la leyenda que todos hoy conocemos. Podéis conocer algo más de sus apertura en el Gallinero en este artículo o la reseña original de la apertura en el Firé  aquí.

Las realizaciones planteadas por la cordada aragonesa llevó al desarrollo de la escalada en nuestro territorio a cotas difícilmente superables para los tiempos que corrían y con los materiales empleados. En los entornos clásicos de la escalada donde me fui integrando, la cordada Rabadá y Navarro siempre fue un referente, el foco donde alumbrar nuevos retos. De todos son conocidas algunas de sus ascensiones: la Oeste del Picu Urriellu (1962) - en mi caso en el 2009 - el Espolón del pico Gallinero en Ordesa (1961) - en mi caso en el 2009 - y el Espolón del mallo Firé en Riglos (1961) - en mi caso en 2022 - consideradas como imprescindibles, son sin duda, aun hoy en día, un gran desafío a acometer con humildad y rigor.

Personalmente me hacía mucha ilusión completar esta trilogía de grandes clásicas, si bien esta última se me atragantó un tanto - en 2015 hice el primer intento y hasta este año no conseguí superar este espolón - no sabría decir con cual me quedo, son actividades de envergadura para la época pero con caracteres y tintes muy diferentes, lo que le da entidad y personalidad a cualquiera de ellas. La Oeste del Urriellu es sumamente icónica, de una roca envidiable y de un trazado adelantado a su tiempo. El espolón del Gallinero es Ordesa, es verticalidad y compromiso. El Firé es un reflejo del talento, del saber escalar en un entorno poco proclive a los lucimientos.

Os dejo una recreación de la ascensión al Firé que deja muy a las claras lo que consistía escalar en aquella época:

 

Como LLegar

El punto de partida es el pueblo de Riglos. Ampliamente conocido en el mundo entero por cualquier escalador. Recientemente se están habilitando aparcamientos que probablemente serán de pago, por lo que informaros sobre esta circunstancia antes de ir. 

Fecha de la actividad

31/10/2022

Dificultad

MD+, 6b (V+/A0), 330m

Aperturistas

Alberto Rabadá y Ernesto Navarro. Octubre de 1961 en cuatro vivacs y cinco días de escalada sin el empleo del buril.

Itinerario

He estado en tres ocasiones en la vía (nos retiramos en las dos ocasiones previas), pero entiendo que uno de los mayores alicientes de esta ruta es descubrir su recorrido, aspecto que no tiene por qué ser difícil llevando un buen crokis y siguiendo lo en el recogido. En los dos intentos anteriores cometí siempre el mismo error, aspecto que me pasó desapercibido hasta que descendimos de la segunda intentona. En el tercer largo, una vez se supera el bolo característico, se prosigue escalando en vertical hasta superar una entosta (ojo, esa entosta actualmente ya no existe), momento que nos desviamos a la derecha para hacer reunión. En los dos intentos anteriores me pasé siempre esa reunión sin darme cuenta, llegando a la cuarta reunión en un sólo largo, por lo que la lectura que iba haciendo del crokis era siempre a contracorriente. En esta ocasión la estrategia fue la misma, aquella que me transmitieron buenos conocedores de la ruta y de Riglos: "en esta vía, para no perderse, lo que hay que hacer es seguir los seguros..", hasta los crokis que llevé eran los mismos (la misma hoja arrugada de los intentos anteriores que había guardado), simplemente seguimos todo lo indicado en la reseña e hicimos todas las reuniones que se reflejaban en ella, alcanzando la cumbre sin ningún problema. Unas seis horas de escalada sosegada junto a un buen amigo como Lucas y a una cordada de murcianos con los que fuimos compartiendo experiencias.

Foto icónica de esta ruta. Con Lucas "disfrutando" de los bolos rigleros.

Sólo haré un par de aportaciones, además de dejar los dos crokis que creo son los más útiles para realizar la ascensión:

  • En relación al tercer largo. Como comenté, la entosta característica ya no existe, en su lugar se ha puesto un bolt que a mi modo de ver está mal emplazado, dejando una potencial caída bastante problemática si se produce. Cuando la entosta existía la escalada era expuesta en ese tramo pero podías proteger con algún seguro flotante, con la desaparición de la misma, no hay posibilidad de protección hasta encontrar el bolt indicado, que se sitúa muy cerca de la R3, pudiendo haberse emplazado unos metros más abajo (donde se hizo una perforación pero que se dejó sin colocar) y donde creo evitaría posibles caídas delicadas. Esa fue la visión que me dio la nueva reequipación.
  • En relación a los puentes de roca emplazados en la vía. Muchos de los cordinos colocados, empiezan a estar en un estado bastante lamentable por lo que mejor no caerse de ellos. No estaría de más animarse a subir unos metros de cordino para ir reponiéndolos. Los cordinos de la ruta no solo son importantes como seguros, creo que son fundamentales para el seguimiento de la vía.

Escombrera superlativa el Firé

Impresiones de la escalada. Lo más duro son las dos panzas que se salvan en el primer largo y en el noveno. Personalmente me parece más perra la primera que la segunda, si bien, la segunda resulta más expuesta una vez que sales de ella, aunque se puede proteger, el siguiente seguro está lejos y en travesía a derechas. Como mejor largo destacaría el L4 y el L11. En el primero se percibe la verticalidad y la sensación de estar en el filo del espolón del Firé, donde la roca es muy compacta. En el segundo los seguros alejan y hay que escalar entre ellos, pero la roca mejora y la sensación de ir fluyendo es buenísima. 

Buena sintonía por el Firé


Descenso

Desde la cumbre, llamada la punta No Importa, enfilamos hacia la principal, creo que se llama la punta  Mateo. Encontraremos una istalación de rápel, de la que descenderemos oblicuamente en un corto rápel de unos 15 metros. Destrepar por la canal hasta llegar al segundo rápel de 25 metros, que nos deposita en el jardincillo. Atravesarlo y alcanzar un muro inclinado, destreparlo (también se puede rapelar) hasta el collado del Firé.

Material

Indico el que creo es necesario: 12 cintas (extensibles y normales), un juego de Totems hasta el número1, doble cuerda de 60 m. Los emplazamientos son los que son y considero que no es necesario llevar nada más. Las reuniones están equipadas, con bolts y alguna con spits.

Reseñas

Esta reseña (Toño Carasol y Xosé Otero) fue la que usé en los tres intentos y creo que es muy acertada.  http://fendaseferralla.blogspot.com/2012/12/fire-rabada-navarro.html 

Esta otra reseña también está muy bien. 
http://a0avista.blogspot.com/2011/11/rabada-navarro-al-fire-riglos-resena-y_21.html


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