De vuelta a los orígenes podríamos definir esta salida a
las Hoces de Vegacervera. Quedan ya muy lejos aquellos años fanáticos donde el
fin de semana era la escusa perfecta para emigrar a alguna tapia de escalada “cercana”.
Una de esas zonas solía ser, por supuesto, Vegacervera.
La última vez que estuve en las Hoces fue en 2009, en
aquella ocasión realizamos (con Aviño) una combinación de vías: Cervezas Petete+
Pies negros+ Manos blancas, “recomendable actividad”.
Las Hoces suele presentar una combinación de escalada por
fisuras, salpicada de placas de adherencia muy “picantonas”. Es un lugar donde
algunos 6a y 6b se pueden convertir en auténticas proezas, en enigmas a
escrutar y descifrar, donde el supuesto “grado personal” se te cuestiona en cada apoyo. A alguien
escuché definir el “grado” como aquel que uno puede realizar en cualquier parte
y en cualquier situación (definición que comparto absolutamente); si
aplicásemos esta definición, mi grado personal, después de pasar por las Hoces,
sería realmente lastimoso.
En esta ocasión con Aviño y conmigo venía un
ilusionadísimo Antón, era su primera vez en las Hoces. Las vías elegidas fueron
una combinación de rutas de más reciente creación, para el sábado y una clásica
de las de siempre, para el domingo.
La Venganza deDalila y Espasmos vacunos son vías reequipadas y abiertas por Julio Ludena
y Borja Araque en 2010.
Mi apreciación personal es que se trata de una muy buena combinación, siendo la
ruta somital de una mejor adherencia y más vertical. Destacaría la resolución
con la que Antón resolvió el primer largo, que aun estando algo mojado tiró
para arriba como un misil y enlazó con el segundo. Desde aquí se podía
visualizar una fisura que nacía sobre nuestras cabezas y que realmente tenía
una pintaza, desequipada y muy compacta, creo que era la “Orión” (habrá que
volver a probarla!!).
Nuestra vía seguía un poco a la derecha (hicimos reunión
en la vía Orión y no en la de la Venganza de Dalila). Largo duro y exigente
físicamente este tercero (6b); fisura en bavaresa de autoprotección que te
obliga a ir con los pies muy altos y donde por falta de hábito y por la
adherencia no muy buena, me exigió hacer más fuerza de la necesaria.
De Espasmos vacunos yo recogería dos aspectos, el primero
relativo a por dónde entrarle al primer largo. Si te vas mucho por al lado
izquierdo del espolón, llega un momento que retomar la placa de inicio se hace
complicado. Me costó bastante decidirme a navegar por esa placa, pues a pesar
de estar marcada como fácil (IV+) no veía como protegerme ni tenía muy clara la
secuencia a seguir para llegar a una chapa que indicaba la dirección de la vía.
Una vez conseguí situarme y posicionarme en ella, no era para nada complicada y
la secuencia de movimientos me parecieron muy buenos. A partir de aquí, la
escalada se vuelve más vertical afrontando un muro que presenta un par de
chapas y de escalada técnica sobre presa pequeña. Sobre el último largo, aunque
lo marca de 6b, es tal vez el largo más fácil en comparación con sus
predecesores con el mismo grado.
Futuro
incierto es una vía que tenía escalado en el año 2003 con Carola y Aviño y de la
cual me acordaba que había intentado el 6b del tercer largo y que no pude
resolver, por lo que salimos por la variante de V+ de la derecha. En esta
ocasión el primer largo lo atacó Antón y se encontró con las “procelosas”
adherencias de Vegacervera concentradas en un paso de 6a que hay que hacerlo - el
que nunca haya acerado en las placas de las Hoces que levante la mano -. Al
segundo largo le dio Aviño y yo iba con la idea de encadenar ese 6b, que tenía
pendiente. No fui capaz de encadenar,
está visto que las Hoces te pone en tu sitio; sí acabé sacando el paso pero mi
trabajo me dio. Hay que decir que el largo es realmente bueno y merece mucho la
pena. La vía la culminó Antón y en dos
rápeles, el segundo por Eden Rock, llegamos al suelo.
Un buen fin de semana de buenos recuerdos, de buenas
escaladas y mejor compañía y con una alergia desbocada que me nublaba la vista pero
no la realidad de mis sensaciones: aun queda bastante por recuperar.