Más fotos aquí |
Desde luego que no creo que todo esté escrito, ni que nuestro futuro
se encuentre predestinado, así como tampoco me imagino que haya
vías malditas o asesinas. Aunque después de leer estas líneas tal
vez podríais entresacar que algo de todo esto pueda haber..
Hace ya casi un año que había acometido está magnífica vía con mi compi de escaladas Ernesto y a pesar de ir disfrutando de la navegación que requiere toda la primera parte, cuando más relajados estábamos, sucedió lo más terrible que le puede acontecer a una cordada, un accidente severo y grave. Ernesto tuvo una caída en uno de esos sitios donde no te puedes caer, dónde la dificultad es baja pero la calidad de la roca es muy dudosa lo que se tradujo en que saltase un seguro y en décimas de segundo acabase golpeándose la cabeza contra la pared y perdiendo el conocimiento. A partir de aquí se desencadenaron toda una serie de acontecimientos y maniobras que nos permitieron que bajase hasta los Tiros de la Torca y finalmente ser evacuado en helicóptero hasta el hospital de Oviedo donde después de los chequeos oportunos y los cuidados médicos necesarios todo se quedó en un gran susto y en unos meses de baja.
Supongo que muchos de vosotros pensaríais que ni de coña volveríais a subir a esa vía, lo que es comprensible, sobretodo si fuerais el accidentado, pero en mi caso y después de analizar lo acontecido me apetecía volver para poder experimentar que nos deparaba en su parte superior. No hay vías asesinas, aunque como decía alguien “el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra”.
En esta ocasión pude empatar con Chicho, un colega de Ourense con quién no he coincidido mucho escalando pero que tiene el humor suficiente y las ganas necesarias para venir conmigo a la Oeste del Urriellu.
Acometimos la escalada de forma muy similar a mi intento anterior, Chicho se presentó voluntario para realizar el primer largo, el cual superó con suficiencia y a mi me sirvió para ver cómo respondía en pared ya que como comenté, no habíamos coincidido con anterioridad en montaña. Por cierto, al final este primer largo fue el único que no he escalado de primero en la vía – no se si volver a hacerlo 😂 -
Luego cogí la cuerda y seguí de primero los tres siguientes largos, que tenían un poco más de picante, dejándole a Chicho el quinto que a mi modo de ver es excepcional por la calidad de la roca que presenta y por no ser especialmente duro (V+). Es aquí cuando la pesadilla quiso volver a repetirse, Chicho tuvo una caída aparentemente sin muchas consecuencias porque cayó pocos metros pero al impactar con los pies en la pared se hizo daño. En un primer momento no le dimos mucha importancia y pensamos que la molestia en el tobillo menguaría. A partir de aquí, me aferré al cabo de la cuerda y ya no lo solté.
Hace ya casi un año que había acometido está magnífica vía con mi compi de escaladas Ernesto y a pesar de ir disfrutando de la navegación que requiere toda la primera parte, cuando más relajados estábamos, sucedió lo más terrible que le puede acontecer a una cordada, un accidente severo y grave. Ernesto tuvo una caída en uno de esos sitios donde no te puedes caer, dónde la dificultad es baja pero la calidad de la roca es muy dudosa lo que se tradujo en que saltase un seguro y en décimas de segundo acabase golpeándose la cabeza contra la pared y perdiendo el conocimiento. A partir de aquí se desencadenaron toda una serie de acontecimientos y maniobras que nos permitieron que bajase hasta los Tiros de la Torca y finalmente ser evacuado en helicóptero hasta el hospital de Oviedo donde después de los chequeos oportunos y los cuidados médicos necesarios todo se quedó en un gran susto y en unos meses de baja.
Supongo que muchos de vosotros pensaríais que ni de coña volveríais a subir a esa vía, lo que es comprensible, sobretodo si fuerais el accidentado, pero en mi caso y después de analizar lo acontecido me apetecía volver para poder experimentar que nos deparaba en su parte superior. No hay vías asesinas, aunque como decía alguien “el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra”.
En esta ocasión pude empatar con Chicho, un colega de Ourense con quién no he coincidido mucho escalando pero que tiene el humor suficiente y las ganas necesarias para venir conmigo a la Oeste del Urriellu.
Acometimos la escalada de forma muy similar a mi intento anterior, Chicho se presentó voluntario para realizar el primer largo, el cual superó con suficiencia y a mi me sirvió para ver cómo respondía en pared ya que como comenté, no habíamos coincidido con anterioridad en montaña. Por cierto, al final este primer largo fue el único que no he escalado de primero en la vía – no se si volver a hacerlo 😂 -
Luego cogí la cuerda y seguí de primero los tres siguientes largos, que tenían un poco más de picante, dejándole a Chicho el quinto que a mi modo de ver es excepcional por la calidad de la roca que presenta y por no ser especialmente duro (V+). Es aquí cuando la pesadilla quiso volver a repetirse, Chicho tuvo una caída aparentemente sin muchas consecuencias porque cayó pocos metros pero al impactar con los pies en la pared se hizo daño. En un primer momento no le dimos mucha importancia y pensamos que la molestia en el tobillo menguaría. A partir de aquí, me aferré al cabo de la cuerda y ya no lo solté.
Chicho en su L5 |
Llegamos a los Tiros cuando ya
calentaba el sol a diferencia de la vez anterior que aún estaba a la
sombra y este hecho tiene su importancia pues nos achicharró el
resto del día. Antes de continuar le pregunté a Chicho cómo se
encontraba y si creía oportuno bajarse. Aunque él me dijo que
podía seguir, cosa que yo deseaba febrilmente, he de decir que tampoco
insistí mucho en dejarlo, pues no me podía creer que tuviera que volver a
bajarme nuevamente con tan desgraciada fortuna. Luego me confesó que
en parte lo hizo a sabiendas que era mi segundo intento y no quería
que nos retirásemos por culpa de ese lance.
Material recuperado |
Arrancamos hacia ese primer largo maldito de la segunda parte de la Cuélebre de tan desasosegante recuerdo para mi. Mi sorpresa fue mayúscula al contemplar como el material que tuve que dejar para poder bajarnos después de ocurrido el accidente de Ernesto seguía en la pared: un mosquetón de seguro en la reunión, un totem rojo y una cinta. Conclusión o esta vía no debe ser muy frecuentada o la gente amablemente dejó el material a sabiendas que un Veiga nunca deja nada en la pared y seguramente volvería a por el...
Inicio el largo con algo de inquietud e instintivamente le comunico a Chicho que ojo avizor. Este largo, el séptimo, transcurre por un diedro algo roto principalmente cuanto más a la derecha, si sigues su lado izquierdo la roca es más compacta y se pasa bien. Llego a la reunión y pego un grito de rabia… Concentrado en mis pensamientos, me olvido un poco del estado de Chicho y este tampoco me comenta nada de su pie, que sin yo saberlo poco a poco se va hinchando como una patata. El calor hace mella pero seguimos progresando en esta ocasión por una zona de bloques grandes que se superan en escalada atlética y con un pasito de placa previo a la reunión. De ésta se sale por la izquierda, por unos buriles que indican el camino hacia uno de los mejores largos de la vía, unos 40 m de muro desplomado con agujeros que te permite ir gozando de la tirada y no creerte que llegas a la reunión sin colgarte. Aquí Chicho empieza a mostrar síntomas de cansancio y de dolor, si bien en ningún momento lo traslada abiertamente. Llegamos al largo clave, me subo, alcanzo el famoso buril que según las reseñas es difícil de chapar porque la placa que presenta se gira, pero para mi sorpresa no es así, la chapa está perfectamente fijada y sin problemas paso el mosquetón por ella. Coloco el estribo y me aúpo para colocar el alien azul que me permitirá salvar esta panza de 7b, pero el largo no termina aquí, queda toda una tirada por un muro de roca dudosa por tramos y que no permite mucho más aseguramiento que el que ya hay en la pared, largo de carácter y de escalar entre seguros. Alcanzo la reunión adrenalínico. Por contra, a Chicho le tocará sufrir para terminar el largo.
Chicho terminando el ultimo largo duro. |
Trato de animarlo y aunque nos hemos quedado sin agua afortunadamente
sólo nos restan dos largos fáciles hasta la cumbre. El siguiente
largo enlaza con el penúltimo de la vía Leiva y se hace reunión en
una canal oculta. Al indicarle a Chicho que subiera este me indica que no puede seguir y que necesita pararse - la fatiga, junto con la deshidratación y el dolor del pie le estaban jugando una mala pasada - Traté de hacerle ver lo poco que quedaba así que monté un
polipasto, le bloqueé la otra cuerda y le animé a que colocase una
microtrasion que llevaba en la cuerda fija. De esta manera y ya más tranquilo, fue capaz de ascender hasta la canal. En ese
momento pude apreciar como subía con el pie descalzo y el grado de
inflamación superlativo que presentaba. Nos juntamos, nos relajamos,
analizamos la situación y tras enfundarse la zapatilla en el pie
hinchado conseguimos alcanzar la cumbre con los últimos rayos de
luz.
Un día intenso por los recuerdos y por lo acontecido, por la lucha de Chicho con su lesión y por mi propia lucha contra un destino que me niego que esté escrito.
Un día intenso por los recuerdos y por lo acontecido, por la lucha de Chicho con su lesión y por mi propia lucha contra un destino que me niego que esté escrito.
Fecha de Actividad: 1/08/2018, intento anterior 4/08/2017
Vía: Cuélebre. ED inf, 7b+(6a+/A1+), 600m
Aperturistas: En 1983, Luis Miguel Alonso, Jose Luis Rodríguez, Miguel Rodríguez y Jose Luis Villa, uniéndose a la vía Excálibur antes de la cumbre. En 1996, Elías Díez, Miguel Rodríguez y Eduardo R. de Deus completaron la vía hasta la cima.
Itinerario
Una descripción excelente de los largos la encontraréis en la página de Fernando Zamora, por lo que sólo dejaré unas impresiones personales de algunos de ellos:
- L2 y L3: largos de agujeros y de navegación, magníficos!!!
- L4: fisura con una zona algo rota antes de la reunión.
- L5: muro de roca magnífico, se puede empatar con el siguiente y salir a los Tiros de la Torca.
- L7: está más roto cuánto más a la derecha te muevas, mejor pegado al diedro/fisura o por su izquierda.
- L9: simplemente, magnífico!!
- L10: largo de carácter, superada la panza obliga a escalar entre seguros y con zonas de roca dudosa. Se protege poco fuera de los propios seguros que presenta.
- L11 y L12: Comunes con la Leiva.
Horario
12 horas - se hace en menos 😂 -
Material
14 cintas, juego de totems (repitiendo el verde y el rojo), un C3 de Camalot, un alien azul, juego de fisureros, un pedal, dos cuerdas de 60m.
Reseñas e información
Podéis encontrar una muy buena reseña y descripción de los largos en la página de Fernando Zamora:
http://www.fernandozamoraguiadepicos.com/2015/10/cuelebre-en-la-cara-oeste-del-naranjo.html
También os puede servir el croquis de korkuerika:
http://korkuerika.blogspot.com/2012/08/la-cuelebre-una-serpiente-que-no-hay.html