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Me encontraba solo en Benasque, la capital del pirineismo patrio, y con unos cuantos “planes” en la cabeza – nada de mujeres, no se arrimaban ni por asomo, tal vez la falta de ducha -. Uno de ellos era una vieja reseña que tenia fotocopiada de una actividad que se desarrollaba por los valles de Estós, Llitorela y Remuñe. Se describía como poder hacer cerca de 30 tresmiles en unos tres días. Mi idea era ver cuánto era capaz de recorrer de dicha reseña en una jornada muy larga, por lo que me decanté por seguir la espina dorsal de dicha actividad, la que va desde el pico Gías (3.002m) hasta el Perdiguero (3.221m); así por lo grueso unos 15 tresmiles - ahí es nada, tampoco se si son oficiales o no, cosa que no me preocupa en exceso -.
Datos
Fecha: 10/08/2016
Horario: 19 horas
Punto de partida/Llegada: Aparcamiento de acceso
al valle de Estós/Mismo aparcamiento
Longitud: 21,5 Km (datos aproximados sobre mapa)
Dificultad: IV (una sección para alcanzar el
Perdiguero)
Material: realmente no llevé nada, ni la
vergüenza - una cuerda para rapelar si es recomendable así como el material
necesario para hacerlo, sobre todo para solucionar algún destrepe delicado
sobre mala roca; tal vez tres o cuatro cintas, dos micros (verde y amarillo de
alien) y un par de camalots (0,75 y 1) suficiente; cordinos para puentes de roca
y por si hay que abandonarlos -
Referencias e información:
Alberto Hernández. De Estós a Remuñe, montaña
rusa-pirenaica. Revista Desnivel. - No he podido encontrar el número de la
revista -.
Mapa 1:25000. Posets-Perdiguero. Editorial
Alpina.
El aparcamiento de acceso al valle de Estós
(1.350m) se encuentra a unos tres Km de Benasque, si seguimos la carretera que
sube a Plan del Hospital un indicador nos informa de la pista que se introduce
en el valle y que da acceso a este parking para turismos.
Empiezo a caminar a las 5:00 AM, para mi
sorpresa me encuentro con un tipiño que aparca también a esa hora, pero que no
sale a caminar. Después de un rato pateando, veré como un servicio de taxi
todoterreno me pasa por la pista de subida - casi que estoy por pararlo -.
Llegar al refugio de Estós, mi primera etapa, no tiene nada de complicado, sólo
hay que seguir la amplia pista de la GR11 hasta tropezar con él. Se trata de
uno de los refugios más concurridos del Pirineo, en parte supongo porque hay
una ruta muy conocida, llamada ruta de los tres refugios que recorre parte de
la GR11, pasando por los refugios de Angel Orús, Viadós y el que nos incumbe.
Llegué a la hora del desayuno, eran las 7:30h y el comedor a reventar, me tomo
un café y aprovecho par echarle un vistazo a la reseña y al mapa, pues no tenía
muy claro a que altura salía la senda que sube al ibón de Gías – el café 2,80€
para todo lo demás, simpatía -.
Al final encuentro la senda, que en un primer
momento no está muy pisada y que a partir de llegar a una captación de agua que
hay por encima del refugio – hacia el NE – si empieza a estar más marcada y con
hitos. Voy subiendo y de repente observo que llevo a alguien delante de mi -
por fin alguien que madruga -. Al cabo de un rato lo alcanzo y vamos charlando
un rato, su objetivo es subir al Gourgs Blancs, que por lo que me va contando
creo que debe ser uno de los más carismáticos de la zona, yo le comento que mi
intención es enredar un poco por la cresta y ver hasta donde llego - me miró
raro y más aun cuando le dije que venía desde el parking -.
Alcanzamos el ibón de Gías a la 9:30h y allí
nos separamos. La ascensión hasta aquí fue muy gratificante, atravesando
praderas pirenaicas donde se podía atisbar alguna que otra marmota y un entorno
más pedregoso ya llegando al ibón. En todo momento se vislumbra la magnífica
silueta del Posets y empiezo a ser consciente del reto que tenía por delante.
Mientras hacía un descanso subió un grupito de
cuatro montañeros con intención de hacer los Clarabides. Ellos enfilaron hacia
el Puerto de Gías y yo empecé a ganar la ladera oeste del ibón con la intención
de subir directamente a la Brecha de Gías. No hay una ruta marcada y hay que
atravesar una zona de pedrera bastante descompuesta y de difícil progresión. A
las 10:25h estoy en el Pico Gías (3.002m) el extremo más occidental de mi
proyecto. El granito de esta zona presenta como afloramientos férricos que le
dan unas coloraciones marrones muy características y llamativas.
Enfilo la cresta, paso por el Clarabide Central
(3.006m) y prosigo al Clarabides Oriental (3.004m), me situo en el Puerto de
Gías y remonto hacia la Punta Lourde Rocheblave (3.105m), por un caos de
bloques graníticos. Hasta aquí la cresta no tiene ninguna dificultad. Para
llegar al Gourgs Blancs (3.128m) paso previamente por la Torre de Armengaud
(3.123m) y siempre flanqueando por la vertiente sur, - se encuentran hitos
señalando la ruta - se van alternando trepadas divertidas - máximo III - sobre
bloques, con algunos destrepes con algo de piedra suelta. En esta cumbre – son
alrededor de las 12:40h - me encuentro con un grupo de franceses que regresaban
al Puerto de Gías y yo sigo mi marcha por la arista. Desciendo a una brecha y
remonto el Pico Jean Arlaud (3.048m) sin mayores complicaciones – aquí eran las
13:07h -. Bajarse de este pico para alcanzar el Puerto de Oo si que tiene algo
de “ambiente”. Se baja por la vertiente este, por unas placas fisuradas hasta
alcanzar una zona algo más vertical – a la izquierda según bajamos – que obliga
a destrepar una sección de unos 10m muy concentrado porque lo que ves debajo de
los pies, está muy abajo – pasos de III pero en buena roca -. Se gana una zona
tumbada que con tendencia hacia la derecha nos lleva al citado Puerto - son
alrededor de las 14:00h -.
El siguiente tramo del cordal consiste en
seguir el cresterío superando cumbres que no son muy marcadas y donde alterno
trepadas divertidas por la arista con sorteos por la vertiente española - sobre
las 15:45h alcancé el Petit Portillón (2.994m) -. El descenso de esta cumbre
evita su cara este, muy vertical, por unas terrazas con algo de piedra suelta y
que te conduce a una placa muy característica que separa a éste pico del Pico
del Portillón de Oo – hay hitos, son las 15:58h -. Llegar al Pico del Portillón
de Oo (3.029m) exige realizar unas trepadas (III) bastante aéreas pero
mayoritariamente sobre roca buena por lo que se deja disfrutar. Otras
sensaciones transmite el descenso hacia el collado del Portillón de Oo, siempre
sobre roca mediocre que obliga a no descuidarse – se encuentran varios posibles
puntos de rápel -. La niebla fue entrando y saliendo sobre todo este tramo de mi recorrido y
curiosamente, ya llegando al Perdiguero, desapareció.
La penúltima etapa de la jornada es alcanzar el
Pico Perdiguero (3.221m), para lo cual iniciamos la trepada a la izquierda de
la cresta buscando una zona de bloques que tienen mejor aspecto que todo lo que
le rodea – miedito – y en cuanto se pueda, ir a la derecha para ganar la arista
y las buenas sensaciones nuevamente. A partir de aquí se sigue la cresta hasta
localizar un muro donde se encuentra una trepada de IV, pero que se hace
perfectamente al ser en todo momento sobre roca compacta – había dos clavos - .
Alcanzo la Punta Occidental del Perdiguero (3.176m) atravesando pedreras y la
cumbre principal (3.221m) a las 18:30h. Justo en la cumbre me encuentro con un
chaval que iba a vivaquear en la cima y que estaba echándose una siesta en un
enorme vivac que allí se encontraba – me dio un susto de muerte y yo a él -.
Desciendo por el Hito Este del Perdiguero
(3.171m) hacia el Collado Ubago y el ibón Perdiguero – son las 19:59h -. Desde
aquí sigo los hitos que entre praderas me van llevando hasta la Cabaña de la
Coma, no sin enredar un poco por perder el rastro en algún punto. A partir de
aquí la senda está mejor balizada y alcanzo sin problemas – salvo mi propia
fatiga – la pista que hace ya unas cuantas horas utilizaba para remontar el
valle de Estós. Llego al Parking sobre las 23:30h – me duelen hasta las pestañas
– y me voy a Plan de Senarta donde disfruté de la mejor ducha de toda mi vida –
la hipérbole o exageración es una licencia que me he tomado porque la jornada
bien lo merece -.